- Abombado.
Se dejó crecer el flequillo para cubrir su frente abombada.
- Abultado.
Cuando se desnudó pudimos observar sus músculos abultados.
- Acaracolado.
Le caía sobre la frente un mechón de pelo acaracolado.
- Aceitunado.
El jinete que ganó la competición era un moreno aceitunado que montaba el caballo con mucha elegancia..
- Afilado.
Ha heredado esa barbilla afilada de su padre.
- Aguileño.
Cuando se pone de perfil destaca su nariz aguileña.
- Agrietado.
Desde que trabaja en el campo tiene las manos agrietadas.
- Ajado.
Lo vi desmejorado, con el cutis ajado por los años.
- Alineado.
Se ha puesto ortodoncia porque quiere tener una dentadura alineada.
- Armónico.
Se operó la nariz porque deseaba tener un rostro armónico.
- Arqueado.
Mi abuelo tiene la espalda arqueada desde hace muchos años.
- Arrugado.
Se pone crema en las manos a diario porque no quiere tenerlas arrugadas.
- Atlético.
El deporte le ha dotado de una complexión atlética.
- Barbilampiño.
Es un muchacho barbilampiño que todavía no ha desarrollado lo suficiente.
- Bronceado.
Presume de una piel bronceada desde que llegó de la playa.
- Cano.
El pelo cano no tiene por qué ser un síntoma de vejez.
- Carmesí.
Siempre se pintaba los labios de color carmesí.
- Carnoso.
Me muero por besar tus labios carnosos.
- Cetrino.
Se maquillaba todas las mañanas para disimular su piel cetrina.
- Cincelado.
Su cuerpo era tan perfecto que parecía cincelado por el mismísimo Miguel Ángel.
- Canijo.
Marianela era una muchacha canija que dormía dentro de un cestillo de mimbre.
- Claro.
Su mirada clara me recuerda a un lago cristalino.
- Corpulento.
Alimentar un cuerpo tan corpulento como el suyo cuesta mucho dinero.
- Corvo.
Era un anciano de nariz corva y mirada avarienta.
- Desgarbado.
No tienen ninguna gracia esos andares desgarbados con los que va por el mundo.
- Deslucido.
Después de muchos lavados el pelo teñido termina quedándose deslucido.
- Diminuto.
Mordisqueó el pedazo de pan con sus dientecillos diminutos.
- Elegante.
Eligió un atuendo elegante para lucirlo en la fiesta.
- Enclenque.
Nadie tendrá miedo a un tipo tan enclenque como él.
- Encrespado.
Intentó todo para suavizar aquel cabello encrespado.
- Enfermizo.
La buena alimentación y el descanso mejorarán el aspecto enfermizo que tienes.
- Enhiesto.
(...)
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermosos cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena.
(...)
Soneto XXIII, Garcilaso de la Vega.
- Enjuto.
El caballero de la Triste Figura tenía un rostro enjuto.
- Esbelto.
Las modelos posaban ante las cámaras luciendo su esbelta figura.
- Ensortijado.
Su melena ensortijada resplandecía al sol.
- Espeso.
El bebé ha nacido con una espesa mata de pelo negro.
- Espigado.
Las transparencias del vestido dejaban entrever sus piernas espigadas.
- Estilizado.
Si quieres estar estilizado tienes que perder algunos kilos.
- Femenino.
Nos sorprendió su timbre de voz femenino y aflautado.
- Flácido.
Le colgaba una barriga flácida llena de estrías.
- Flexible.
Alargó sus dedos finos y flexibles para agarrarlo.
- Fornido.
Era un joven fornido que levantó las pesas sin esfuerzo.
- Grácil.
Tenía un andar grácil y silencioso.
- Gruesa.
Quizá porque era una persona gruesa tenía dificultades para agacharse.
- Hercúleo.
Demostró su fuerza hercúlea derribando la puerta de un solo puñetazo.
- Hermoso.
Este niño está muy hermoso.
- Hinchado.
Le dejó un ojo hinchado del golpe.
- Hirsuto.
Ningún peluquero fue capaz de aplacar su pelo hirsuto.
- Hombruno.
A menudo las nadadoras de élite tienen espaldas hombrunas.
- Huesudo.
Lo agarró con sus manos huesudas.
- Luminoso.
La piel luminosa es producto de la juventud.
- Macilento.
En cuanto estés restablecido de tu enfermedad se te quitará ese aspecto macilento.
- Macizo.
Se sostenía sobre sus piernas macizas.
- Marchito.
Sus ojos marchitos lloraban por la pérdida de su esposa.
- Mellado.
En el accidente de bicicleta perdió un diente y se quedó mellado para toda la vida.
- Menudo.
Su cuerpo menudo y frágil agradecía los días templados de primavera.
- Mortecino.
Me he comprado una crema con color para iluminar mi piel mortecina.
- Musculoso.
Todos los héroes mitológicos son seres musculosos.
- Pálido.
Se quedó pálido al conocer la noticia.
- Poblado.
Como tiene las cejas poco pobladas se las pinta de negro con un lápiz de ojos.
- Pueril.
A pesar de los años seguía manteniendo un aspecto pueril.
- Quebradizo.
Ahora venden unos champús estupendos para fortalecer el cabello quebradizo.
- Respingón.
La brujita de la película "Encantada" mueve su nariz respingona cada vez que hace un hechizo.
- Risueño.
Os cautivará su semblante siempre risueño.
- Robusto.
Lo alzó con la fuerza de sus robustos brazos.
- Rollizo.
La reina ha dado a luz a un bebé rollizo de casi cuatro kilos.
- Roma.
Ella siempre quiso tener una nariz roma.
- Rubicundo.
La princesa encerrada en la torre se peinaba su melena rubicunda.
- Sedoso.
Se pasaba horas y horas cepillando sus sedosos cabellos.
- Seductora.
No hay mortal que pueda resistirse a la mirada seductora de un vampiro.
- Sensual.
Las bailarinas movían sus sensuales cuerpos al son de la música.
- Sonriente.
Da gusto estar con ella. Es una chica muy sonriente.
- Sonrojado.
Intentó ocultar el rubor de sus mejillas sonrojadas sin éxito.
- Sudoroso.
El sol hacía brillar los cuerpos sudorosos de los obreros.
- Terso.
Para presumir de un cutis terso hay que hidratarlo a diario.
- Turgente.
Con ese vestido negro mostraba un escote turgente.
- Vigoroso.
Quizá Hércules sea el más vigoroso de los personajes mitológicos.
- Viril.
Su porte viril era admirado por todas las muchachas de la comarca.
- Voluptuoso.
Se paseaba por el local con un contoneo voluptuoso.
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